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1 Samuel 9:8-24 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. El siervo le respondió: —Mira, aquí tengo algo de dinero. Si se lo damos al hombre, nos dirá a dónde ir.

9. En la antigüedad los israelitas llamaban vidente a los profetas. Así que si querían pedirle algo a Dios, decían: «Vamos a ver al vidente».

10. Saúl le dijo a su siervo: —¡Buena idea! ¡Vamos! Y se fueron al pueblo donde estaba el hombre de Dios.

11. Al ir subiendo la colina, Saúl y el siervo se encontraron a unas jóvenes que iban a sacar agua, y les preguntaron a ellas: —¿Se encuentra por aquí el vidente?

12. Las jóvenes respondieron: —Sí, aquí está, más adelante. Acaba de llegar hoy. Algunos están con él para celebrar un sacrificio en el lugar de adoración.

13. Así que vayan al pueblo y lo hallarán. Si se dan prisa, lo pueden alcanzar antes de que se vaya a comer. El vidente se encarga dar gracias a Dios por el sacrificio, así que la gente no empezará a comer hasta que él llegue. Dense prisa para que lo alcancen.

14. Saúl y el siervo empezaron a subir la colina y al llegar al pueblo vieron a Samuel dirigiéndose hacia ellos. Iba saliendo del pueblo camino al lugar de adoración.

15. El día anterior, el SEÑOR le había dicho a Samuel:

16. «Mañana a esta hora, te enviaré un hombre de la tribu de Benjamín. Deberás ungirlo y nombrarlo el nuevo líder sobre mi pueblo. Él salvará a Israel de los filisteos. He visto a mi pueblo y he escuchado su llanto».

17. Samuel vio a Saúl y el SEÑOR le dijo a Samuel: «Este es el hombre del que te hablé. Él gobernará a mi pueblo».

18. Saúl se acercó, para pedir información, a un hombre que estaba cerca de la puerta. Ese hombre era Samuel. Saúl le dijo: —Disculpe, ¿podría decirme dónde está la casa del vidente?

19. Samuel respondió: —Yo soy el vidente. Sigan hacia el lugar de adoración y enseguida los alcanzo. Tú y tu siervo comerán conmigo y en la mañana los dejaré regresar a su casa. Contestaré todas sus preguntas.

20. Y no se preocupen por los asnos que se extraviaron hace tres días. Los han encontrado, pero todo Israel está buscando algo ¡y es a ti y a tu familia!

21. Saúl respondió: —Pero yo soy de la tribu de Benjamín, la tribu más pequeña de Israel y mi familia es la más pequeña de la tribu de Benjamín. ¿Por qué dices que Israel me busca?

22. Entonces Samuel llevó a Saúl y a su siervo al comedor. Alrededor de treinta personas habían sido invitadas a comer. Samuel les dio a Saúl y a su siervo el lugar de honor en la mesa,

23. y le dijo al cocinero: —Trae la carne que te di, la parte que te dije que guardaras.

24. El cocinero sacó un pernil y el gordo de la cola y los puso en la mesa, frente a Saúl. Samuel dijo: —Come la carne que se te ha servido. Fue separada para ti para este momento en el que convoqué al pueblo. Así fue como Saúl comió con Samuel ese día.

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