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1 Samuel 25:3-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

3. Era de la familia de Caleb, y se llamaba Nabal. Su esposa se llamaba Abigail, que era una mujer bella e inteligente, pero Nabal era insolente y malo.

4. Cuando David se encontraba en el desierto, se enteró de que Nabal estaba esquilando sus ovejas.

5. Entonces envió a diez jóvenes para que hablaran con Nabal, diciéndoles: «Vayan a Carmel y llévenle un saludo de mi parte a Nabal,

6. y díganle: “Que tú y tu familia, y todo lo que posees se encuentren bien.

7. Por medio de tus pastores que han estado un tiempo con nosotros, me enteré que estás esquilando la lana de tus ovejas. Tratamos bien a tus pastores y nunca tomamos nada de ellos mientras se encontraban en Carmel.

8. Puedes preguntarles a tus siervos y ellos te dirán que es cierto. Por lo tanto, te pido que recibas bien a mis jóvenes en este día de celebración, y que les des lo que tengas a la mano. Te lo pido por mí, tu amigo David”».

9. Cuando los hombres de David llegaron, le dieron el mensaje a Nabal,

10. pero Nabal los insultó, diciéndoles: —¿Quién es ese David? ¿Quién es el hijo de Isaí? ¡Hoy en día, muchos esclavos escapan de sus amos!

11. Tengo pan y agua, y también carne que preparé para los siervos que esquilaron las ovejas, pero ¡qué voy a compartir con gente que ni siquiera sé de dónde ha salido!

12. Los hombres de David regresaron y le dijeron a David lo que Nabal había dicho.

13. Entonces David les dijo a sus hombres: —¡Levanten su espada! Así que David y sus hombres tomaron su espada. Alrededor de cuatrocientos hombres acompañaron a David, mientras doscientos se quedaron cuidando las provisiones.

14. Uno de los siervos de Nabal le aviso a su esposa Abigail: —David envió mensajeros desde el desierto para hablar con nuestro amo, pero Nabal fue malo con ellos.

15. Ellos nos trataron muy bien. Mientras pastoreábamos las ovejas en los campos, los hombres de David nos acompañaron todo el tiempo y nunca nos hicieron nada malo. Nunca nos robaron,

16. sino que nos cuidaban de día y de noche. Era como si nos rodeara una muralla, nos protegían cuando estábamos con ellos cuidando las ovejas.

17. Piensa en esto y decide lo que hay que hacer. Nabal fue un insensato al decir lo que dijo. Se les viene un problema tremendo a nuestro amo y a toda su familia.

18. De inmediato, Abigail tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas asadas, cuarenta kilos de trigo tostado, cien tortas de uvas pasas y doscientos tortas de higos. Después de cargarlos sobre asnos,

19. les dijo a sus siervos que se adelantaran y que ella los seguiría. Pero no le dijo nada a Nabal, su esposo.

20. Montada en un asno, Abigail bajaba por la ladera del monte cuando se encontró con David y sus hombres que avanzaban en dirección contraria.

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