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1 Samuel 23:10-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

10. David oró: —SEÑOR Dios de Israel, me he enterado de los planes de Saúl de venir y destruir a Queilá por causa mía.

11. ¿Vendrá realmente? ¿Me entregará la gente de Queilá a Saúl? Dime, SEÑOR Dios de Israel, yo soy tu siervo. El SEÑOR le respondió: —Saúl vendrá.

12. David preguntó de nuevo: —¿Nos entregará la gente de Queilá a mí y a mi pueblo? El SEÑOR respondió: —Sí, lo harán.

13. Así que David y sus hombres salieron de Queilá. Alrededor de seiscientos hombres iban con David de un lado a otro. Al enterarse Saúl de que David había huido de Queilá, no fue a la ciudad.

14. David se quedó en un fuerte que estaba en los cerros del desierto de Zif. Día tras día, Saúl buscaba a David, pero el SEÑOR no le permitía encontrarlo.

15. David se encontraba en Hores en el desierto de Zif. Tenía miedo porque Saúl venía a matarlo.

16. Pero Jonatán, el hijo de Saúl, fue a Hores para ver a David y lo animó a tener más confianza en el SEÑOR.

17. Jonatán le dijo a David: —No tengas miedo, mi papá no te hará ningún daño. Tú serás el rey de Israel, y yo seré tu segundo. Hasta mi papá lo sabe.

18. Jonatán y David hicieron un pacto ante el SEÑOR. Luego Jonatán se regresó a su casa y David se quedó en Hores.

19. La gente de Zif fue a ver a Saúl en Guibeá para decirle: —David se está escondiendo en nuestro territorio, en la fortaleza que está en Hores, en el cerro de Jaquilá, al sur de Jesimón.

20. Nuestro deber es estregarle a David. Vaya y atrápelo cuando quiera.

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