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1 Samuel 21:5-11 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

5. David le respondió: —No hemos estado con ninguna mujer. Mis hombres mantienen su cuerpo puro cada vez que salimos a la batalla, aun en misiones ordinarias. Y especialmente hoy, que nuestra misión es extraordinaria.

6. Como no había más pan que el sagrado, el sacerdote le dio a David de ese pan. Era el pan que los sacerdotes ponían en la mesa sagrada ante el SEÑOR. Todos los días lo quitaban y lo cambiaban por pan fresco.

7. Ese día estaba allí uno de los oficiales de Saúl llamado Doeg el edomita, que había tenido que quedarse en el santuario del SEÑOR. Él era el jefe de los pastores de Saúl.

8. David le preguntó a Ajimélec: —¿Tienes alguna lanza o espada por aquí? El asunto del rey es muy importante. Tengo que irme deprisa y no traje mi espada ni ninguna otra arma.

9. El sacerdote respondió: —La única espada que hay aquí es la de Goliat, el filisteo que mataste en el valle de Elá. Está detrás del efod, envuelta en un paño. Puedes tomarla si quieres. David le dijo: —Dámela. No hay como la espada de Goliat.

10. Ese mismo día, David siguió huyendo de Saúl, y se dirigió a Aquis, rey de Gat.

11. Los oficiales de Aquis dijeron: —Este es David, el rey del país, de quien cantan los israelitas. Por él bailan y cantan: “¡Saúl mató a miles, pero David mató a diez miles!”

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