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1 Samuel 2:28-36 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

28. Elegí a tu tribu de entre todas las tribus de Israel para que fueran mis sacerdotes y ofrecieran sacrificios en mi altar, quemaran incienso y usaran el efod. También dejé que tu familia recibiera la carne de los sacrificios que me ofrece el pueblo de Israel.

29. Entonces ¿por qué miras con desprecio mis sacrificios y ofrendas? Honras a tus hijos más que a mí. Engordas con lo mejor de la carne siendo que el pueblo de Israel me ofrece esa carne a mí”.

30. »El SEÑOR Dios de Israel prometió que la familia de tu papá le serviría por siempre, pero ahora el SEÑOR dice: “¡Eso nunca! Honraré al pueblo que me honra a mí, pero al que se niegue a respetarme, le va a ir mal.

31. Se acerca la hora en que destruiré a todos tus descendientes, nadie de tu familia llegará a viejo.

32. Le irá bien a Israel, pero en tu casa verás que sucederán calamidades, nunca habrá ancianos en tu familia.

33. No acabaré de una sola vez con tus descendientes, uno de ellos continuará sirviendo en mi altar y llegará a viejo. Sin embargo, los demás morirán a filo de espada.

34. Te daré una señal: tus dos hijos, Ofni y Finés, morirán el mismo día.

35. Yo mismo pondré un sacerdote fiel que me escuchará y hará lo que yo quiero. Fortaleceré a su familia y siempre servirá ante el rey que he elegido.

36. Entonces toda la gente que quede de tu familia vendrá y se inclinará ante él. Rogarán por un poco de dinero o un pedazo de pan: ‘Por favor, dame trabajo como sacerdote para tener algo de comer’”».

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