Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Samuel 10:9-27 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. Efectivamente, desde el momento que Saúl se dio vuelta para irse, Dios le cambió la vida. Todo sucedió tal como dijo Samuel.

10. Saúl y su siervo se fueron a Guibeá Elojim para reunirse con un grupo de profetas. El Espíritu de Dios se apoderó de Saúl y él profetizó junto a ellos.

11. Algunos que habían conocido a Saúl antes lo vieron profetizar y se preguntaban unos a otros: —¿Qué le pasó al hijo de Quis? ¿Es uno de los profetas?

12. Un hombre que vivía allí dijo: —¡Sí! Y parece ser el líder. Por eso se hizo famoso el dicho: «¿Con que Saúl también entre los profetas?»

13. Después de profetizar, Saúl se fue al lugar de adoración.

14. El tío de Saúl le preguntó a él y al siervo que dónde habían estado. Saúl dijo: —Estábamos buscando los asnos, pero como no podíamos encontrarlos, fuimos a ver a Samuel.

15. El tío les pidió que le contara lo que Samuel les dijo.

16. Saúl contestó: —Nos dijo que ya habían encontrado los asnos. Pero no le contó lo que Samuel había dicho sobre el reino.

17. Samuel convocó a todo el pueblo de Israel para que se reuniera con el SEÑOR en Mizpa.

18. Allí les dijo: «El SEÑOR, Dios de Israel dice: “Yo saqué a Israel de Egipto. Los salvé del control de Egipto y de los otros reinos que trataban de hacerles daño”.

19. Su Dios los salva de todos sus problemas. Sin embargo, ustedes han dicho que quieren a un rey para que los gobierne. Así que ahora preséntense ante el SEÑOR tribu por tribu».

20. Enseguida, Samuel les pidió a las tribus que se acercaran. Primero salió elegida la tribu de Benjamín.

21. De la tribu de Benjamín, eligió a la familia de Matri, y les pidió a los hombres de esa familia que se acercaran. De esa familia eligió a Saúl hijo de Quis. Sin embargo, cuando la gente buscó a Saúl, no pudieron encontrarlo.

22. Entonces le preguntaron al SEÑOR si Saúl no había llegado todavía. El SEÑOR respondió: «Saúl está escondido entre el equipaje».

23. Entonces fueron y lo sacaron de allí. Al ponerlo entre la gente, vieron que era tan alto que apenas le llegaban al hombro.

24. Samuel le dijo al pueblo: —¡Miren al hombre que el SEÑOR ha elegido! No hay nadie como él en todo el pueblo. Entonces el pueblo empezó a gritar: —¡Viva el rey!

25. Samuel le explicó las leyes del reino al pueblo. Las escribió en un libro y lo puso delante del SEÑOR. Luego les dijo que se fueran a casa.

26. También Saúl se fue a su casa en Guibeá. Dios tocó el corazón de algunos hombres valientes que empezaron a seguir a Saúl.

27. Pero algunos alborotadores empezaron a decir: «¿Cómo nos puede salvar este hombre?» Hablaban mal de Saúl y se negaban a llevarle regalos, pero él no decía nada. Najás, el rey de los amonitas, había oprimido a los gaditas y rubenitas. Les había sacado el ojo derecho a todos los hombres de esas tribus y no había dejado que nadie los ayudara. Esto causó mucho temor en Israel. Najás le había sacado el ojo derecho a todos los hombres israelitas que vivían al oriente del río Jordán, pero siete mil israelitas escaparon de los amonitas y se fueron a Jabés de Galaad.

Leer capítulo completo 1 Samuel 10