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1 Samuel 1:9-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. Después de comer, Ana se levantó calladamente y se fue a orar al santuario. El sacerdote Elí estaba sentado en una silla cerca de la puerta del santuario del SEÑOR.

10. Ana estaba muy triste y lloraba mucho mientras oraba al SEÑOR.

11. Le hizo una promesa a Dios: «SEÑOR Todopoderoso, mira lo triste que estoy. ¡Acuérdate de mí! No me olvides. Si me concedes un hijo, te lo entregaré a ti. Será un nazareo: no beberá vino ni bebidas embriagantes, y nunca se cortará el cabello».

12. Ana oró al SEÑOR durante largo rato. Elí observaba los labios de Ana mientras ella oraba.

13. Ella oraba de corazón. Aunque sus labios se movían, no pronunciaban las palabras en voz alta. Así que Elí pensó que Ana estaba borracha,

14. y le dijo: —¡Has tomado demasiado! Es hora de guardar el vino.

15. Ana contestó: —Señor, no he tomado vino ni cerveza. Estoy muy afligida y le estaba contando mis problemas al SEÑOR.

16. No piense que soy una mala mujer. He estado orando todo este tiempo porque estoy muy triste por tantos problemas.

17. Elí contestó: —Ve en paz. Que el Dios de Israel te dé lo que pediste.

18. Ana dijo: —Espero que usted tenga un buen concepto de mí. Luego Ana se fue, comió algo y se sintió mejor.

19. Temprano, a la mañana siguiente, la familia de Elcaná se levantó, adoraron al SEÑOR y luego regresaron a su pueblo de Ramá. Elcaná tuvo relaciones sexuales con su esposa Ana, y el SEÑOR se acordó de Ana.

20. Ella concibió y para esas fechas al año siguiente, dio a luz un hijo. Ana le puso por nombre Samuel, pues dijo: «Su nombre es Samuel porque se lo pedí al SEÑOR».

21. Ese año Elcaná fue a Siló con su familia para ofrecer sacrificios y cumplir las promesas que le había hecho al SEÑOR.

22. Pero Ana no lo acompañó, sino que le dijo: —No iré a Siló hasta que el niño tenga la edad suficiente para comer alimento sólido. Entonces se lo entregaré al SEÑOR, será un nazareo y se quedará en Siló.

23. El esposo de Ana le dijo: —Haz lo que te parezca mejor. Te puedes quedar en casa hasta que el niño tenga la edad suficiente para comer alimento sólido. Que el SEÑOR haga lo que has dicho. Así que Ana se quedó en casa para criar a su hijo hasta que tuviera la edad suficiente para comer alimento sólido.

24. Cuando el niño tenía la edad suficiente para comer alimento sólido, Ana lo llevó al santuario del SEÑOR en Siló. También llevó un becerro de tres años, veinte kilos de harina y una botella de vino.

25. Se presentaron ante el Señor. Elcaná mató el becerro como sacrificio al Señor, como de costumbre. Luego Ana entregó el niño a Elí,

26. y le dijo: —Perdón, señor, yo soy la misma mujer que usted vio orar al SEÑOR. Le aseguro que lo que digo es cierto.

27. Oré por este hijo, y el SEÑOR contestó mi oración, dándomelo.

28. Ahora se lo entrego al SEÑOR, y él servirá al SEÑOR toda su vida. Entonces Ana dejó ahí al niño y adoró al SEÑOR.

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