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1 Reyes 8:51-59 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

51. Porque es tu herencia y tu pueblo que sacaste de Egipto como de un horno para fundir hierro.

52. »Escucha, pues, las oraciones de tu pueblo Israel. Escucha cuando tu siervo te pida un favor por tu pueblo Israel.

53. Porque tú los separaste de todos los pueblos para ser tu pueblo querido, como lo hiciste por medio de tu siervo Moisés al sacar a nuestros antepasados de Egipto, tú Señor DIOS».

54. Salomón oró de rodillas ante el altar del SEÑOR, con los brazos levantados. Cuando terminó de orar al SEÑOR, se puso de pie.

55. Entonces, con voz muy fuerte, pidió que Dios bendijera a todo el pueblo de Israel. Dijo:

56. «¡Bendito sea el SEÑOR! Prometió dar paz a Israel y efectivamente lo hizo. Por medio de su siervo Moisés prometió muchas cosas buenas ¡y no ha fallado ni una sola promesa!

57. Pido al SEÑOR nuestro Dios que nunca nos abandone y que esté con nosotros, así como lo estuvo con nuestros antepasados.

58. Así cuando nos propongamos seguir sus enseñanzas, podremos obedecer los mandatos, decretos y decisiones que él mandó a nuestros antepasados.

59. ¡Qué el SEÑOR nuestro Dios siempre recuerde esta oración al SEÑOR! Yo pido que siempre haga esto por su siervo el rey y por su pueblo Israel, día y noche.

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