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1 Reyes 8:39-54 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

39. escúchalo desde el cielo donde vives, y perdónalo. Responde a su petición y dale a cada uno conforme a lo que tú sabes de su vida y actitud. Porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano.

40. De esta manera ellos te respetarán todos los días que vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.

41. »Que suceda lo mismo cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel venga de un país lejano por causa de tu nombre.

42. Los pueblos conocerán tu gran nombre, tu mano fuerte y brazo exaltado. Cuando ese extranjero se acerque y ore en este templo,

43. escúchalo desde el cielo donde vives y concédele todo lo que pida para que todas las naciones del mundo conozcan tu nombre y te respeten como lo hace tu pueblo Israel. Así ellos sabrán que tu nombre se invoca en este templo que he construido.

44. »Cuando obedeciendo tus órdenes salga tu pueblo para la guerra y pida al SEÑOR en oración hacia esta ciudad que tú elegiste y hacia el templo que construí para que se dé honra a tu nombre,

45. escucha en el cielo su petición y defiende su causa.

46. Es posible que ellos pequen contra ti puesto que no hay ser humano que no peque. Es posible que te enojes con ellos, que resulten hechos prisioneros por el enemigo y que sean llevados a su país, cerca o lejos.

47. Cuando eso ocurra y en la tierra donde estén cautivos comiencen a reflexionar, se vuelvan a ti y supliquen tu ayuda diciendo: “Hemos pecado y somos culpables de la maldad que hicimos”,

48. si se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma en la tierra de sus enemigos donde estén cautivos, y si oran a ti hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que elegiste y hacia el templo que he construido para que se dé honra a tu nombre,

49. escucha su oración en el cielo, el lugar donde vives, defiende su causa

50. y perdona a tu pueblo que pecó contra ti. Perdónales la rebeldía que cometieron contra ti y haz que quienes los llevaron prisioneros tengan compasión de ellos.

51. Porque es tu herencia y tu pueblo que sacaste de Egipto como de un horno para fundir hierro.

52. »Escucha, pues, las oraciones de tu pueblo Israel. Escucha cuando tu siervo te pida un favor por tu pueblo Israel.

53. Porque tú los separaste de todos los pueblos para ser tu pueblo querido, como lo hiciste por medio de tu siervo Moisés al sacar a nuestros antepasados de Egipto, tú Señor DIOS».

54. Salomón oró de rodillas ante el altar del SEÑOR, con los brazos levantados. Cuando terminó de orar al SEÑOR, se puso de pie.

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