Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 8:35-51 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

35. Cuando haya sequía y falte la lluvia porque pecaron contra ti, si ellos hacen oración hacia este lugar, confesando tu nombre y abandonando su pecado cuando los castigues,

36. escucha desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales el buen camino para que lo sigan y dales la lluvia que necesita la tierra que tú les diste como herencia.

37. »Puede suceder que haya hambre, epidemias o se arruinen las cosechas por cualquier tipo de plaga, sea por moho, por langostas o por gusanos; o que el enemigo tenga sitiada alguna ciudad, o en fin, que sobrevenga cualquier plaga o enfermedad.

38. Si alguien de tu pueblo Israel ora o te suplica, consciente de la aflicción por la que está pasando, levantando los brazos hacia este lugar,

39. escúchalo desde el cielo donde vives, y perdónalo. Responde a su petición y dale a cada uno conforme a lo que tú sabes de su vida y actitud. Porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano.

40. De esta manera ellos te respetarán todos los días que vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.

41. »Que suceda lo mismo cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel venga de un país lejano por causa de tu nombre.

42. Los pueblos conocerán tu gran nombre, tu mano fuerte y brazo exaltado. Cuando ese extranjero se acerque y ore en este templo,

43. escúchalo desde el cielo donde vives y concédele todo lo que pida para que todas las naciones del mundo conozcan tu nombre y te respeten como lo hace tu pueblo Israel. Así ellos sabrán que tu nombre se invoca en este templo que he construido.

44. »Cuando obedeciendo tus órdenes salga tu pueblo para la guerra y pida al SEÑOR en oración hacia esta ciudad que tú elegiste y hacia el templo que construí para que se dé honra a tu nombre,

45. escucha en el cielo su petición y defiende su causa.

46. Es posible que ellos pequen contra ti puesto que no hay ser humano que no peque. Es posible que te enojes con ellos, que resulten hechos prisioneros por el enemigo y que sean llevados a su país, cerca o lejos.

47. Cuando eso ocurra y en la tierra donde estén cautivos comiencen a reflexionar, se vuelvan a ti y supliquen tu ayuda diciendo: “Hemos pecado y somos culpables de la maldad que hicimos”,

48. si se vuelven a ti de todo corazón y con toda el alma en la tierra de sus enemigos donde estén cautivos, y si oran a ti hacia la tierra que les diste a sus antepasados, hacia la ciudad que elegiste y hacia el templo que he construido para que se dé honra a tu nombre,

49. escucha su oración en el cielo, el lugar donde vives, defiende su causa

50. y perdona a tu pueblo que pecó contra ti. Perdónales la rebeldía que cometieron contra ti y haz que quienes los llevaron prisioneros tengan compasión de ellos.

51. Porque es tu herencia y tu pueblo que sacaste de Egipto como de un horno para fundir hierro.

Leer capítulo completo 1 Reyes 8