Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 8:27-42 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

27. »Pero ¿en realidad puede vivir Dios en la tierra? Si ni los cielos más profundos pueden contenerte, entonces ¿cómo será adecuado para ti este templo que he hecho construir?

28. Sin embargo, te ruego que prestes atención a la petición y la súplica de tu siervo. SEÑOR mi Dios, escucha el grito de petición que hoy hago ante ti como tu siervo.

29. Así que mantén tu mirada en este templo día y noche, porque tú dijiste acerca de este lugar: “Ahí se dará honor a mi nombre”. Escucha a tu siervo cuando ore mirando hacia este lugar.

30. Escucha cuando tu pueblo Israel y tu siervo pidan tu favor en este lugar. ¡Por favor, escúchanos! Aunque vives en los cielos, escucha y perdónanos.

31. »Por ejemplo, puede darse el caso de que alguien peque contra su semejante y sea colocado bajo juramento. Cuando el caso llegue ante el altar de este templo,

32. escucha desde el cielo. Haz justicia a tus siervos, condenando al culpable por el mal que hizo y reivindicando al inocente por hacer el bien.

33. Cuando tu pueblo peque y por eso sea derrotado en batalla por el enemigo, si vuelve a ti para darte honor, ora y te suplica desde este templo,

34. escucha desde el cielo y perdona el pecado de tu pueblo Israel. Hazlos regresar a la tierra que les diste a sus antepasados.

35. Cuando haya sequía y falte la lluvia porque pecaron contra ti, si ellos hacen oración hacia este lugar, confesando tu nombre y abandonando su pecado cuando los castigues,

36. escucha desde el cielo y perdona el pecado de tus siervos, tu pueblo Israel. Enséñales el buen camino para que lo sigan y dales la lluvia que necesita la tierra que tú les diste como herencia.

37. »Puede suceder que haya hambre, epidemias o se arruinen las cosechas por cualquier tipo de plaga, sea por moho, por langostas o por gusanos; o que el enemigo tenga sitiada alguna ciudad, o en fin, que sobrevenga cualquier plaga o enfermedad.

38. Si alguien de tu pueblo Israel ora o te suplica, consciente de la aflicción por la que está pasando, levantando los brazos hacia este lugar,

39. escúchalo desde el cielo donde vives, y perdónalo. Responde a su petición y dale a cada uno conforme a lo que tú sabes de su vida y actitud. Porque sólo tú conoces el corazón de cada ser humano.

40. De esta manera ellos te respetarán todos los días que vivan en la tierra que diste a nuestros antepasados.

41. »Que suceda lo mismo cuando un extranjero que no es de tu pueblo Israel venga de un país lejano por causa de tu nombre.

42. Los pueblos conocerán tu gran nombre, tu mano fuerte y brazo exaltado. Cuando ese extranjero se acerque y ore en este templo,

Leer capítulo completo 1 Reyes 8