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1 Reyes 8:14-33 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

14. El rey entonces se volvió de frente hacia la asamblea de Israel para pronunciar la bendición para todos ellos, los cuales estaban de pie:

15. Dijo así: «Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que con su mano ha cumplido lo que le prometió a mi papá David cuando dijo:

16. “Desde el día en que saqué de Egipto a mi pueblo Israel, no había elegido ninguna ciudad de entre todas las tribus de Israel para construir un templo en mi honor. Pero ahora elijo a David para que gobierne a mi pueblo Israel”.

17. »Mi papá David tenía mucho interés en construir un templo en honor al SEÑOR, Dios de Israel.

18. Sin embargo el SEÑOR le dijo a mi papá David: “Sé que tú tienes mucho interés en construir un templo en mi honor, y eso es bueno.

19. Pero tú no construirás el templo, sino un hijo que vas a tener. Él será quien construirá el templo donde se me dará honor”.

20. »Así que el SEÑOR cumplió su promesa y yo he asumido el poder en lugar de mi papá David, soy el rey de Israel, tal como el SEÑOR lo prometió, y he construido el templo en honor al SEÑOR, Dios de Israel.

21. Hice un lugar en el templo para el Cofre Sagrado; dentro del cual está el pacto que el SEÑOR hizo con nuestros antepasados al sacarlos de Egipto».

22. Entonces Salomón, de pie ante el altar del SEÑOR, en presencia de toda la asamblea de Israel, levantó sus brazos hacia el cielo

23. y dijo: «SEÑOR, Dios de Israel, no hay ningún otro Dios como tú arriba en los cielos ni aquí abajo en la tierra. Tú hiciste el pacto con tu pueblo porque lo amas. Tú mantienes tu pacto y tu fiel amor con la gente que te sirve de todo corazón.

24. Tú has cumplido lo que prometiste a tu siervo David, mi papá, demostrando así con hechos lo que dijiste en palabras.

25. Ahora, SEÑOR, Dios de Israel, cumple las demás promesas que le hiciste a mi papá David. Dijiste: “David, si tus hijos me obedecen cuidadosamente, como lo hiciste tú, siempre habrá un descendiente tuyo que gobierne en Israel”.

26. Ahora, Dios de Israel, te pido que cumplas la promesa que le hiciste a mi papá, tu siervo David.

27. »Pero ¿en realidad puede vivir Dios en la tierra? Si ni los cielos más profundos pueden contenerte, entonces ¿cómo será adecuado para ti este templo que he hecho construir?

28. Sin embargo, te ruego que prestes atención a la petición y la súplica de tu siervo. SEÑOR mi Dios, escucha el grito de petición que hoy hago ante ti como tu siervo.

29. Así que mantén tu mirada en este templo día y noche, porque tú dijiste acerca de este lugar: “Ahí se dará honor a mi nombre”. Escucha a tu siervo cuando ore mirando hacia este lugar.

30. Escucha cuando tu pueblo Israel y tu siervo pidan tu favor en este lugar. ¡Por favor, escúchanos! Aunque vives en los cielos, escucha y perdónanos.

31. »Por ejemplo, puede darse el caso de que alguien peque contra su semejante y sea colocado bajo juramento. Cuando el caso llegue ante el altar de este templo,

32. escucha desde el cielo. Haz justicia a tus siervos, condenando al culpable por el mal que hizo y reivindicando al inocente por hacer el bien.

33. Cuando tu pueblo peque y por eso sea derrotado en batalla por el enemigo, si vuelve a ti para darte honor, ora y te suplica desde este templo,

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