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1 Reyes 17:16-24 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

16. El recipiente de harina y la jarra de aceite nunca quedaron vacíos, tal como el SEÑOR dijo por medio de Elías.

17. Después de un tiempo, el hijo de la viuda, que era la dueña de la casa, se enfermó y estaba tan mal que apenas respiraba.

18. La mujer entonces le dijo a Elías: —Tú eres un hombre de Dios. ¿Me puedes ayudar? ¿O viniste aquí sólo para recordarme mis pecados y matar a mi hijo?

19. Elías le dijo: —Dame a tu hijo. Elías lo llevó al cuarto de arriba donde él se alojaba y lo acostó sobre su cama.

20. Luego Elías suplicó al SEÑOR en voz alta: «SEÑOR mi Dios. Esta mujer me está dando hospedaje. ¿Le vas a romper el corazón? ¿Vas a matar a su hijo en recompensa?»

21. Entonces Elías se tendió tres veces sobre el niño suplicando al SEÑOR en voz alta: «SEÑOR mi Dios, permite que este niño viva de nuevo».

22. El SEÑOR respondió a la oración de Elías y el niño comenzó a respirar de nuevo. ¡Estaba vivo!

23. Elías lo levantó y lo bajó del cuarto a la casa de la mujer y se lo entregó. Le dijo: —Mira, tu hijo está vivo.

24. La mujer contestó: —Ahora sé que de verdad eres un hombre de Dios y sé que el SEÑOR verdaderamente habla por medio de ti.

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