Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 14:23-31 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

23. Al igual que los de Israel, ellos también construyeron santuarios sobre las colinas y altares, y junto a ellos levantaron estatuas dedicadas a la diosa Aserá. Prepararon sus santuarios en cada colina alta y debajo de cada árbol verde.

24. Había hombres que representaban estos dioses y cobraban dinero por tener relaciones sexuales. Así que el pueblo de Judá cometió mucha maldad, igual que la gente que vivía antes en esa tierra, la cual el SEÑOR les había quitado a ellos para dársela a los israelitas.

25. En el quinto año del reinado de Roboán, subió Sisac, rey de Egipto, y atacó a Jerusalén.

26. Sisac saqueó los tesoros depositados en el templo del SEÑOR y los del palacio del rey. También robó los escudos de oro que David les había quitado a los oficiales de Hadad Ezer, el rey de Siria. David los había llevado a Jerusalén, pero Sisac se llevó todo el armamento de oro que había.

27. Así que el rey Roboán hizo otros escudos de bronce para poner en su lugar y se los dieron a los guardias que vigilaban la puerta del palacio del rey.

28. Cada vez que el rey iba al templo del SEÑOR, los guardias iban con él llevando sus escudos, y después de terminar volvían a guardar los escudos en la pared del cuarto de la guardia.

29. El resto de los hechos del rey Roboán está escrito en Las crónicas de los reyes de Judá.

30. Roboán y Jeroboán siempre estaban en guerra el uno con el otro.

31. Roboán murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Su mamá era Noamá, una mujer amonita. El hijo de Roboán, Abías, reinó en su lugar.

Leer capítulo completo 1 Reyes 14