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1 Reyes 12:21-28 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

21. Al volver, Roboán juntó un ejército de todas las familias de Judá y de la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, para luchar contra los israelitas y recuperar su reino.

22. Pero Dios le habló así a un hombre de Dios llamado Semaías:

23. «Dile a Roboán hijo de Salomón, rey de Judá, y también a toda la gente de Judá y Benjamín y al resto del pueblo:

24. El SEÑOR les dice: “No vayan a la guerra en contra de los israelitas, sus hermanos. Vuélvase cada uno a su casa. ¡Yo soy la causa de todo esto!”» Así que los hombres del ejército de Roboán obedecieron el mandato del SEÑOR. Tal como el SEÑOR lo mandó, se fueron a casa.

25. Siquén era una ciudad de la región montañosa de Efraín. Jeroboán la fortificó y vivió ahí, luego se mudó a la ciudad de Peniel y la convirtió en un fuerte.

26. Jeroboán pensó: «La dinastía de David recuperará el reino

27. si la gente sigue yendo a ofrecer sacrificios al templo del SEÑOR en Jerusalén porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor, o sea a Roboán, rey de Judá, me matarán y de nuevo lo seguirán».

28. Así que el rey le pidió consejo a sus sabios en cuanto a lo que debía hacer. Le dieron su opinión y Jeroboán hizo dos becerros de oro. El rey Jeroboán dijo al pueblo: «No deben ir más a Jerusalén para adorar. Israel, estos son los dioses que los sacaron de Egipto».

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