Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

1 Reyes 11:1-9 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Al rey Salomón le gustaban mucho las mujeres, especialmente las que venían de otras partes del mundo. Además de la hija del faraón, tenía mujeres hititas y mujeres de los moabitas, amonitas, edomitas y sidonios.

2. El SEÑOR le había dicho al pueblo de Israel: «No debes casarte con mujeres de otras naciones. El hacer eso te llevará a seguir a los dioses de otras naciones». Sin embargo, Salomón se enamoró de esas mujeres.

3. Él tuvo setecientas esposas, hijas de otros jefes de estado, y trescientas concubinas. Ellas lo alejaron de Dios.

4. Cuando Salomón era viejo, sus esposas lo convencieron de seguir a otros dioses y su corazón no estaba completamente entregado al SEÑOR, a diferencia de lo que había hecho su papá David.

5. Salomón fue devoto de Astarté, diosa de los sidonios. También adoró a Moloc, el ídolo horrible de los amonitas.

6. Así que Salomón hizo mal ante los ojos del SEÑOR y no siguió de todo corazón al SEÑOR como sí había hecho su papá David.

7. En una colina junto a Jerusalén, Salomón construyó un lugar para adorar a Quemós, el ídolo horrible de los moabitas. En la misma colina, Salomón construyó un lugar para adorar a Moloc, ídolo horrible de los amonitas.

8. Salomón hizo lo mismo para complacer a todas sus esposas extranjeras. Sus esposas quemaban incienso y hacían sacrificios a sus dioses.

9. Salomón dejó de seguir al SEÑOR, Dios de Israel. El SEÑOR, quien se le había aparecido dos veces, se enojó mucho con Salomón.

Leer capítulo completo 1 Reyes 11