Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Romanos 9:9-20 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

9. Y los términos de la promesa son estos: Yo volveré por este mismo tiempo y Sara tendrá ya un hijo.

10. Está, además, el caso de Rebeca, que tuvo mellizos de un solo hombre, nuestro antepasado Isaac.

11. En efecto, cuando aún no habían nacido y, por tanto, no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que conste que la decisión divina es pura elección

12. y no depende del comportamiento humano, sino de la llamada divina, se dijo a Rebeca: El mayor servirá al menor.

13. Lo que está en conformidad con la Escritura: Amé a Jacob más que a Esaú.

14. ¿Quiere esto decir que Dios es injusto? ¡De ningún modo!

15. Él fue quien dijo a Moisés: Tendré compasión de quien me plazca y usaré de clemencia con quien quiera.

16. No es, pues, cuestión de querer o de afanarse, sino de que Dios se muestre compasivo.

17. A este respecto dice la Escritura al faraón: Te hice surgir para demostrar en ti mi poder y para hacer famoso mi nombre en toda la tierra.

18. En una palabra, Dios tiene compasión de quien quiere y deja que se obstine a quien le place.

19. Alguien tal vez objetará: Si nadie es capaz de oponerse al plan divino, ¿cómo puede Dios recriminar algo al ser humano?

20. Pero ¿y quién eres tú, mísero mortal, para exigir cuentas a Dios? ¿Le dice acaso la pieza de barro al alfarero: “Por qué me hiciste así”?

Leer capítulo completo Romanos 9