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Romanos 3:5-21 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

5. Pero si nuestra maldad sirve para poner de relieve la bondad de Dios, hablando con lógica humana tendríamos que preguntarnos: ¿No será Dios injusto al descargar su ira sobre nosotros?

6. ¡De ningún modo! Pues ¿cómo podría Dios, en tal caso, juzgar al mundo?

7. Pero si mi infidelidad sirve para destacar y engrandecer la fidelidad de Dios, ¿por qué voy a ser condenado como si fuera un pecador?

8. Algunos calumniadores dicen que yo enseño aquello de “hacer el mal para que venga el bien”. ¡Esos tales tienen bien merecido el castigo!

9. En resumen, ¿tenemos o no tenemos ventaja los judíos? Ciertamente ninguna, pues acabamos de probar que tanto judíos como no judíos, todos están sometidos al dominio del pecado.

10. Así lo dice la Escritura: No hay un solo inocente,

11. no hay ningún sensato, nadie que busque a Dios.

12. Todos han errado el camino, todos se han pervertido. No hay ni siquiera uno que practique el bien.

13. Sepulcro hediondo es su garganta, manantial de engaños su lengua, veneno de serpiente las palabras de su boca,

14. sus labios rezuman amargura y maldición.

15. Están prontos para derramar sangre,

16. destrucción y miseria envuelven su vida.

17. Desconocen los caminos de la paz

18. y el respeto a Dios no existe para ellos.

19. Ahora bien, es sabido que todo lo que dice la ley, se lo dice a quienes están bajo su yugo. Nadie, por tanto, tendrá derecho a hablar y el mundo entero ha de reconocerse culpable ante Dios.

20. A nadie, en efecto, restablecerá Dios en su amistad por la observancia de la ley, pues la misión de la ley es hacernos conscientes del pecado.

21. Pero ahora, la fuerza salvadora de Dios de la que dan testimonio la Ley y los Profetas, se ha manifestado con independencia de la ley.

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