2. De pronto se produjo un fuerte terremoto, pues un ángel del Señor, que había bajado del cielo, se acercó al sepulcro, removió la piedra que cerraba la entrada y se sentó sobre ella.
3. Resplandecía como un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve.
4. Los soldados que guardaban el sepulcro se echaron a temblar de miedo y se quedaron como muertos.
5. Entonces el ángel dijo a las mujeres:— No teman. Ya sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado.
6. No está aquí, pues ha resucitado, tal como anunció. Vengan y vean el lugar donde lo habían puesto.