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Mateo 26:24-41 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

24. Es cierto que el Hijo del hombre tiene que seguir su camino, como dicen de él las Escrituras. Sin embargo, ¡ay de aquel que traiciona al Hijo del hombre! Mejor le sería no haber nacido.

25. Judas, el traidor, le preguntó:— ¿Acaso soy yo, Maestro?Jesús le contestó:— Tú lo has dicho.

26. Durante la cena, Jesús tomó pan, bendijo a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo:— Tomen, coman: esto es mi cuerpo.

27. Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias a Dios y la pasó a sus discípulos, diciendo:— Beban todos de ella,

28. porque esto es mi sangre, con la que Dios confirma la alianza, y que va a ser derramada en favor de todos para perdón de los pecados.

29. Les digo que no volveré a beber de este fruto de la vid hasta el día aquel en que beba con ustedes un vino nuevo en el reino de mi Padre.

30. Cantaron después el himno* y salieron hacia el monte de los Olivos.

31. Jesús les dijo entonces:— Esta noche todos ustedes me abandonarán, porque así lo dicen las Escrituras: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.

32. Pero después de mi resurrección iré antes que ustedes a Galilea.

33. Pedro le contestó:— ¡Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré!

34. Jesús insistió:— Te aseguro que esta misma noche, antes de que cante el gallo, tú me habrás negado tres veces.

35. Pedro insistió:— ¡Yo no te negaré, aunque tenga que morir contigo!Y lo mismo decían los otros discípulos.

36. Llegó Jesús, acompañado de sus discípulos, al lugar llamado Getsemaní, y les dijo:— Quédense aquí sentados mientras yo voy un poco más allá a orar.

37. Se llevó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentirse afligido y angustiado;

38. entonces les dijo:— Me está invadiendo una tristeza de muerte. Quédense aquí y velen conmigo.

39. Se adelantó unos pasos más y, postrándose rostro en tierra, oró así:— Padre mío, si es posible, aparta de mí esta copa de amargura; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

40. Volvió entonces a donde estaban los discípulos y, al encontrarlos dormidos, dijo a Pedro:— ¿Ni siquiera han podido velar una hora conmigo?

41. Velen y oren para que no desfallezcan en la prueba. Es cierto que tienen buena voluntad, pero les faltan las fuerzas.

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