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Mateo 16:17-26 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

17. Jesús le contestó:— ¡Feliz tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún mortal te ha revelado esto, sino mi Padre que está en los cielos!

18. Por eso te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra* voy a edificar mi Iglesia*, y el poder del abismo no la vencerá.

19. Yo te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.

20. Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

21. A partir de aquel momento, Jesús empezó a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén, y que los ancianos del pueblo, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley le harían sufrir mucho, y luego lo matarían, pero que al tercer día resucitaría.

22. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo, diciendo:— ¡Que nada de eso te pase, Señor!

23. Pero Jesús, volviéndose a él, le dijo:— ¡Apártate de mí, Satanás*! Tú eres una piedra de tropiezo para mí, porque no piensas como piensa Dios, sino como piensa la gente.

24. Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió:— Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.

25. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por causa de mí, ese la encontrará.

26. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su propia vida? ¿O qué podrá dar el ser humano a cambio de su vida?

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