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Mateo 13:9-29 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

9. Quien pueda entender esto, que lo entienda.

10. Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:— ¿Porqué hablas a la gente por medio de parábolas?

11. Jesús les contestó:— A ustedes, Dios les permite conocer los secretos de su reino, pero a ellos no se lo permite.

12. Pues al que tiene, se le dará más todavía y tendrá de sobra; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tenga.

13. Por eso les hablo por medio de parábolas, porque, aunque miran, no ven, y aunque escuchan, no oyen ni entienden.

14. Así que en ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: Ustedes escucharán, pero no entenderán; mirarán, pero no verán.

15. Porque el corazón de este pueblo está embotado. Son duros de oído y tienen cerrados los ojos, de modo que sus ojos no ven, sus oídos no oyen y su corazón no entiende; y tampoco se convierten para que yo los cure .

16. En cuanto a ustedes, felices sus ojos por lo que ven y sus oídos por lo que oyen.

17. Les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron, y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

18. Escuchen, pues, lo que significa la parábola del sembrador:

19. Hay quien oye el mensaje del Reino, pero no le presta atención; llega el maligno y le arranca lo que tenía sembrado en el corazón; es como la semilla que cayó al borde del camino.

20. Hay quien es como la semilla que cayó en terreno pedregoso: oye el mensaje y de momento lo recibe con alegría;

21. pero no tiene raíces y es voluble; así que, cuando le llegan pruebas o persecuciones a causa del propio mensaje, al punto sucumbe.

22. Hay quien es como la semilla que cayó entre cardos: oye el mensaje, pero los problemas de la vida y el apego a las riquezas lo ahogan y no le dejan dar fruto.

23. Pero hay quien es como la semilla que cayó en tierra fértil: oye el mensaje, le presta atención y da fruto al ciento, al sesenta o al treinta por uno.

24. Jesús les contó después esta otra parábola:— El reino de los cielos puede compararse a un hombre que había sembrado buena semilla en su campo.

25. Pero mientras todos dormían, llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.

26. Cuando el trigo germinó y se formó la espiga, apareció también la cizaña.

27. Los criados se dirigieron entonces al amo del campo y le dijeron: “Señor, ¿cómo es que hay cizaña en el campo, si la semilla que sembraste era buena?”.

28. El amo les contestó: “Alguien que no me quiere bien ha hecho esto”. Los criados le propusieron: “Si te parece, iremos a arrancar la cizaña”.

29. Pero él les dijo: “No lo hagan ahora, no sea que, por arrancar la cizaña, arranquen también el trigo.

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