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Lucas 9:37-47 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

37. Al día siguiente, cuando bajaron del monte, mucha gente salió al encuentro de Jesús.

38. De pronto, un hombre de entre la gente gritó:— ¡Maestro, por favor, mira a mi hijo, que es el único que tengo!

39. Un espíritu maligno se apodera de él y de repente comienza a gritar; luego lo zarandea con violencia, haciéndole echar espuma por la boca y, una vez que lo ha destrozado, a duras penas se aparta de él.

40. He rogado a tus discípulos que lo expulsen, pero no han podido.

41. Jesús exclamó:— ¡Gente incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar con ustedes y soportarlos? Trae aquí a tu hijo.

42. Cuando el muchacho se acercaba a Jesús, el demonio lo derribó al suelo y le hizo retorcerse. Jesús, entonces, increpó al espíritu impuro, curó al muchacho y lo devolvió a su padre.

43. Y todos se quedaron atónitos al comprobar la grandeza de Dios.Mientras todos seguían admirados por lo que Jesús había hecho, él dijo a sus discípulos:

44. — Escúchenme bien y no olviden esto: el Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de los hombres.

45. Pero ellos no comprendieron lo que les decía; todo les resultaba enigmático de modo que no lo entendían. Y tampoco se atrevían a pedirle una explicación.

46. Los discípulos comenzaron a discutir quién de ellos era el más importante.

47. Pero Jesús, que se dio cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso a su lado

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