Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Lucas 24:30-40 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

30. Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio.

31. En aquel momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista.

32. Entonces se dijeron el uno al otro:— ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba las Escrituras?

33. En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a todos los demás,

34. que les dijeron:— Es cierto que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.

35. Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían reconocido a Jesús cuando partía el pan.

36. Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y les dijo:— ¡La paz sea con ustedes!

37. Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma.

38. Pero Jesús les dijo:— ¿Por qué se asustan y por qué dudan tanto en su interior?

39. Miren mis manos y mis pies: soy yo mismo. Tóquenme y mírenme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.

40. Al decir esto, les mostró las manos y los pies.

Leer capítulo completo Lucas 24