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Lucas 10:9-26 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

9. Curen a los enfermos que haya en él y anuncien: “El reino de Dios está cerca de ustedes”.

10. Pero si entran en un pueblo donde se nieguen a recibirlos, recorran sus calles diciendo:

11. “¡Hasta el polvo de este pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos contra ustedes! Sin embargo, sepan que el reino de Dios ya está cerca”.

12. Les digo que, en el día del juicio, los habitantes de Sodoma serán tratados con más clemencia que los de ese pueblo.

13. ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón* se hubieran realizado los milagros que se han realizado en medio de ustedes, ya hace mucho tiempo que sus habitantes se habrían convertido y lo habrían demostrado llevando luto y ceniza.

14. Por eso, Tiro y Sidón serán tratados en el juicio con más clemencia que ustedes.

15. Y tú, Cafarnaún*, ¿crees que vas a ser encumbrada hasta el cielo? ¡Hasta el abismo, serás precipitada!

16. El que los escuche a ustedes, es como si me escuchara a mí; el que los rechaze a ustedes, es como si me rechazara a mí; y el que me rechace a mí, es como si rechazara al que me envió.

17. Los setenta y dos volvieron llenos de alegría, diciendo:— ¡Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre!

18. Jesús les contestó:— He visto a Satanás que caía del cielo como un rayo.

19. Les he dado a ustedes autoridad para que pisoteen las serpientes, los escorpiones y todo el poder del enemigo, sin que nada ni nadie pueda dañarlos.

20. Pero, aun así, no se alegren tanto de que los espíritus malignos los obedezcan como de que los nombres de ustedes estén escritos en el cielo.

21. En aquel mismo momento, el Espíritu Santo llenó de alegría a Jesús, que dijo:— Padre, Señor del cielo y de la tierra, te alabo porque has ocultado todo esto a los sabios y entendidos y se lo has revelado a los sencillos. Sí, Padre, así lo has querido tú.

22. Mi Padre lo ha puesto todo en mis manos y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; y nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera revelárselo.

23. Luego se volvió hacia sus discípulos y les dijo aparte:— ¡Felices los que puedan ver todo lo que ustedes están viendo!

24. Les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; y oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

25. Por entonces, un doctor de la ley, queriendo poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta:— Maestro, ¿qué he de hacer para alcanzar la vida eterna?

26. Jesús le contestó:— ¿Qué está escrito en la ley de Moisés? ¿Qué lees allí?

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