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Lucas 10:31-35 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

31. Casualmente bajaba por aquel mismo camino un sacerdote que vio al herido, pero pasó de largo.

32. Y del mismo modo, un levita, al llegar a aquel lugar, vio al herido, pero también pasó de largo.

33. Finalmente, un samaritano que iba de camino llegó junto al herido y, al verlo, se sintió conmovido.

34. Se acercó a él, le vendó las heridas poniendo aceite y vino sobre ellas, lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a una posada próxima y cuidó de él.

35. Al día siguiente, antes de reanudar el viaje, el samaritano dio dos denarios al posadero y le dijo: “Cuida bien a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi vuelta”.

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