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Lucas 10:30-42 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

30. Jesús le dijo:— Un hombre* que bajaba de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos ladrones, que le robaron cuanto llevaba, lo hirieron gravemente y se fueron, dejándolo medio muerto.

31. Casualmente bajaba por aquel mismo camino un sacerdote que vio al herido, pero pasó de largo.

32. Y del mismo modo, un levita, al llegar a aquel lugar, vio al herido, pero también pasó de largo.

33. Finalmente, un samaritano que iba de camino llegó junto al herido y, al verlo, se sintió conmovido.

34. Se acercó a él, le vendó las heridas poniendo aceite y vino sobre ellas, lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a una posada próxima y cuidó de él.

35. Al día siguiente, antes de reanudar el viaje, el samaritano dio dos denarios al posadero y le dijo: “Cuida bien a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi vuelta”.

36. Pues bien, ¿cuál de estos tres hombres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de ladrones?

37. El maestro de la ley contestó:— El que tuvo compasión de él.Y Jesús le replicó:— Pues vete y haz tú lo mismo.

38. Mientras seguían el camino, Jesús entró en una aldea, donde una mujer llamada Marta le dio alojamiento.

39. Marta tenía una hermana llamada María, la cual, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.

40. Marta, en cambio, andaba atareada con los quehaceres domésticos, por lo que se acercó a Jesús y le dijo:— Señor, ¿te parece bien que mi hermana me deje sola con todo el trabajo de la casa? Por favor, dile que me ayude.

41. El Señor le contestó:— Marta, Marta, andas angustiada y preocupada por muchas cosas.

42. Sin embargo, una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte y nadie se la arrebatará.

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