Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 8:10-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

10. Se incorporó y le preguntó:— Mujer, ¿dónde están todos esos? ¿Ninguno te condenó?

11. Ella le contestó:— Ninguno, Señor.Jesús le dijo:— Tampoco yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar.]

12. Jesús se dirigió de nuevo a los judíos y les dijo:— Yo soy* la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

13. Los fariseos le replicaron:— Estás declarando como testigo en tu propia causa; por tanto, tu testimonio carece de valor.

14. Jesús les contestó:— Aun cuando yo testifique a mi favor, mi testimonio es válido, porque sé de dónde vengo y a dónde voy. Ustedes, en cambio, no saben ni de dónde vengo ni a dónde voy.

15. Ustedes juzgan con criterios mundanos. Yo no quiero juzgar a nadie

16. y, cuando lo hago, mi juicio es válido, porque no estoy yo solo; conmigo está el Padre que me envió.

17. En la ley está escrito que el testimonio coincidente de dos testigos es válido.

18. Pues bien, a mi testimonio se une el que da a mi favor el Padre que me envió.

19. Ellos le preguntaron:— ¿Dónde está tu padre?Contestó Jesús:— Ustedes ni me conocen a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre.

Leer capítulo completo Juan 8