36. Pero ustedes, como ya les he dicho, no creen a pesar de haber visto.
37. Todo aquel que el Padre me confía vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí.
38. Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.
39. Y lo que desea el que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que él me ha confiado, sino que los resucite en el último día.
40. Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en él, tengan vida eterna; yo, por mi parte, los resucitaré en el último día.
41. Los judíos comenzaron a criticar a Jesús porque había dicho que él era “el pan que ha bajado del cielo”.