1. El primer día de la semana*, muy de mañana, antes incluso de amanecer, María Magdalena fue al sepulcro y vio que estaba quitada la piedra que tapaba la entrada.
2. Volvió entonces corriendo adonde estaban Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería y les dijo:— Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.