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Juan 19:2-18 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

2. Los soldados trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza. Le echaron también sobre los hombros un manto de púrpura

3. y, acercándose a él, decían:— ¡Viva el rey de los judíos!Y le daban bofetadas.

4. Salió de nuevo Pilato y les dijo:— Miren, se lo voy a presentar a ustedes para dejar claro que no encuentro delito alguno en él.

5. Salió, pues, Jesús llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Pilato les dijo:— ¡Este es el hombre!

6. Al ver a Jesús, los jefes de los sacerdotes y sus esbirros comenzaron a gritar:— ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!Pilato insistió:— Tómenlo ustedes y crucifíquenlo; yo no encuentro delito alguno en él.

7. Los judíos replicaron:— Nosotros tenemos una ley, y según ella debe morir, porque ha querido hacerse pasar por Hijo de Dios.

8. Al oír esto, Pilato sintió aún más temor.

9. Entró de nuevo en el palacio y preguntó a Jesús:— ¿De dónde eres tú?Jesús ni siquiera le contestó.

10. Pilato le dijo:— ¿Cómo? ¿Te niegas a contestarme? ¿Es que no sabes que tengo autoridad tanto para dejarte en libertad como para hacerte crucificar?

11. Jesús le respondió:— No tendrías autoridad alguna sobre mí si Dios no te la hubiera concedido; por eso, el que me ha entregado a ti es mucho más culpable que tú.

12. Desde ese momento, Pilato intentaba por todos los medios poner a Jesús en libertad. Pero los judíos le gritaban:— Si lo pones en libertad, no eres amigo del emperador. El que pretende ser rey se enfrenta al emperador.

13. Al oír esto, Pilato mandó sacar fuera a Jesús y se sentó* en el tribunal, en el lugar conocido con el nombre de “Enlosado”, que en la lengua de los judíos se llama “Gábata”.

14. Era el día de preparación* de la Pascua, hacia el mediodía. Pilato dijo a los judíos:— ¡Aquí tienen a su rey!

15. Pero ellos comenzaron a gritar:— ¡Quítalo de en medio! ¡Crucifícalo!Pilato insistió:— ¿Cómo voy a crucificar a su rey?Pero los jefes de los sacerdotes replicaron:— Nuestro único rey es el emperador romano.

16. Así que, al fin, Pilato se lo entregó para que lo crucificaran.Tomaron, pues, a Jesús

17. que, cargando con su propia cruz*, se encaminó hacia el llamado “lugar de la Calavera” (que en la lengua de los judíos se conoce como “Gólgota”).

18. Allí lo crucificaron, y con él crucificaron también a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio.

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