15. No temas, Jerusalén ; mira, tu rey viene a ti montado sobre un asno.
16. Sus discípulos no entendieron entonces el significado de este gesto; solamente después, cuando Jesús fue glorificado, recordaron que aquello que habían hecho con Jesús ya estaba escrito de antemano sobre él.
17. Y la gente que estaba con él cuando resucitó a Lázaro y mandó que saliera del sepulcro, contaba también lo que había visto.
18. Así que una multitud, impresionada por el relato del milagro, salió en masa al encuentro de Jesús.