Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Juan 10:7-20 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

7. Entonces Jesús les dijo:— Les aseguro que yo soy la puerta del aprisco.

8. Todos los que se presentaron antes de mí eran ladrones y salteadores. Por eso, las ovejas no les hicieron ningún caso.

9. Yo soy la puerta verdadera. Todo el que entre en el aprisco por esta puerta, estará a salvo; entrará y saldrá libremente y siempre encontrará su pasto.

10. El ladrón sólo viene para robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos tengan vida, y la tengan abundante.

11. Yo soy el buen pastor. El buen pastor se desvive por las ovejas.

12. En cambio, el asalariado, que no es verdadero pastor ni propietario de las ovejas, cuando ve venir al lobo, las abandona y huye, dejando que el lobo haga estragos en unas y ahuyente a las otras.

13. Y es que, al ser asalariado, las ovejas lo traen sin cuidado.

14. Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí,

15. del mismo modo que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Y doy mi vida por las ovejas.

16. Tengo todavía otras ovejas que no están en este aprisco a las que también debo atraer; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño bajo la guía de un solo pastor.

17. El Padre me ama porque yo entrego mi vida, aunque la recuperaré de nuevo.

18. Nadie me la quita por la fuerza; soy yo quien libremente la doy. Tengo poder para darla y para volver a recuperarla; y esta es la misión que debo cumplir por encargo de mi Padre.

19. Estas palabras de Jesús fueron la causa de una nueva división de opiniones entre los judíos.

20. Muchos decían:— Está poseído de un demonio y ha perdido el juicio; ¿por qué le prestan atención?

Leer capítulo completo Juan 10