2. El pastor de las ovejas entra por la puerta.
3. A este, el guarda le abre la puerta y las ovejas reconocen su voz; él las llama por su propio nombre y las hace salir fuera del aprisco.
4. Cuando ya han salido todas, camina delante de ellas y las ovejas siguen sus pasos, pues lo reconocen por la voz.
5. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida.
6. Jesús les puso este ejemplo, pero ellos no comprendieron su significado.