Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 8:9-18 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

9. Desde hacía tiempo, se encontraba en la ciudad un hombre llamado Simón, que practicaba la magia y tenía asombrada a toda la población de Samaría. Se las daba de persona importante

10. y gozaba de una gran audiencia tanto entre los pequeños como entre los mayores. “Ese hombre —decían— es la personificación del poder divino: eso que se llama el Gran Poder”.

11. Y lo escuchaban encandilados, porque durante mucho tiempo los había tenido asombrados con su magia.

12. Pero cuando Felipe les anunció el mensaje acerca del reino de Dios y de la persona de Jesucristo, hombres y mujeres abrazaron la fe y se bautizaron.

13. Incluso el propio Simón creyó y, una vez bautizado, ni por un momento se apartaba de Felipe; contemplaba los milagros y los portentosos prodigios que realizaba y no salía de su asombro.

14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén se enteraron de que Samaría había acogido favorablemente el mensaje de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan.

15. Llegaron estos y oraron por los samaritanos para que recibieran el Espíritu Santo,

16. pues aún no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús, el Señor.

17. Les impusieron, pues, las manos y recibieron el Espíritu Santo.

18. Al ver Simón que cuando los apóstoles imponían las manos se impartía el Espíritu, les ofreció dinero,

Leer capítulo completo Hechos 8