8. de manera que la ciudad se llenó de alegría.
9. Desde hacía tiempo, se encontraba en la ciudad un hombre llamado Simón, que practicaba la magia y tenía asombrada a toda la población de Samaría. Se las daba de persona importante
10. y gozaba de una gran audiencia tanto entre los pequeños como entre los mayores. “Ese hombre —decían— es la personificación del poder divino: eso que se llama el Gran Poder”.
11. Y lo escuchaban encandilados, porque durante mucho tiempo los había tenido asombrados con su magia.