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Hechos 7:35-42 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

35. De manera que el mismo Moisés al que los israelitas habían rechazado diciéndole: “¿Quién te ha nombrado jefe y juez?”, fue el enviado por Dios como jefe y libertador, por medio del ángel que se le apareció en la zarza.

36. Fue Moisés quien sacó a los israelitas de Egipto, realizando milagros y prodigios a lo largo de cuarenta años, tanto en el mismo Egipto como en el mar Rojo y en el desierto.

37. Fue también Moisés quien dijo a los israelitas: Dios hará surgir de entre ustedes un profeta como yo.

38. Fue él, en fin, quien en la asamblea* del desierto sirvió de intermediario entre el ángel que le hablaba en el monte Sinaí y nuestros antepasados, y quien recibió palabras de vida con el encargo de transmitírnoslas.

39. Pero nuestros antepasados no quisieron obedecerle; lo rechazaron y, volviendo el pensamiento a Egipto,

40. dijeron a Aarón: Haznos dioses que nos guíen en nuestro caminar, pues no sabemos qué ha sido de ese Moisés, el que nos sacó de Egipto.

41. Fue entonces cuando se fabricaron un ídolo en forma de becerro, le ofrecieron sacrificios y celebraron una fiesta solemne en honor de algo que habían hecho con sus propias manos.

42. Así que Dios se apartó de ellos y permitió que se entregasen al culto de los astros*, como está escrito en el libro de los profetas: Pueblo de Israel, ¿en honor de quién fueron las víctimas y sacrificios que ustedes ofrecieron durante cuarenta años en el desierto? No ciertamente en mi honor,

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