Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 4:13-31 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

13. Cuando vieron la seguridad con que se expresaban Pedro y Juan, que eran hombres sin cultura y sin instrucción, no salían de su asombro. Por una parte, no podían menos de reconocer que Pedro y Juan habían sido compañeros de Jesús;

14. por otra, allí estaba de pie, junto a ellos, el hombre que había sido curado. Así que, no sabiendo cómo replicarles,

15. les ordenaron salir de la sala del Consejo y se pusieron a deliberar entre ellos:

16. — ¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Está claro para todos los habitantes de Jerusalén que, efectivamente, se ha realizado un milagro manifiesto por mediación de ellos; es algo que no podemos negar.

17. Sin embargo, para evitar que esto siga propagándose entre el pueblo, vamos a advertirles, bajo amenaza, que no hablen más a nadie de tal individuo.

18. Así que los llamaron y les prohibieron terminantemente que hablaran de Jesús o enseñaran en su nombre.

19. Pero Pedro y Juan les respondieron:— ¿Les parece justo delante de Dios que los obedezcamos a ustedes antes que a él?

20. Por nuestra parte, no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.

21. Tras amenazarlos de nuevo, los dejaron libres. La verdad es que no hallaban forma de castigarlos sin enfrentarse con el pueblo, pues todos alababan a Dios por lo ocurrido;

22. además, el milagro de la curación se había realizado en un hombre de más de cuarenta años.

23. En cuanto fueron puestos en libertad, Pedro y Juan se reunieron con los suyos y les contaron lo que los jefes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho.

24. Al enterarse, todos elevaron unánimes esta oración a Dios:— Señor nuestro, tú has creado el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;

25. tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste en boca de David, tu servidor y nuestro antepasado, estas palabras: ¿Por qué se alborotan las naciones y hacen planes inútiles los pueblos?

26. Los reyes de la tierra se han aliado y los poderosos se han confabulado en contra del Señor y de su ungido .

27. Y realmente es cierto que, en esta ciudad, Pilato y Herodes se confabularon con los extranjeros y el pueblo israelita en contra de Jesús, tu santo servidor y Mesías.

28. Llevaron así a cabo todo lo que tu poder y tu voluntad habían decidido de antemano que sucediese.

29. Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan y concede a tus servidores anunciar tu mensaje con plena libertad.

30. Pon en juego tu poder, para que en el nombre de Jesús, tu santo servidor, se produzcan curaciones, señales milagrosas y prodigios.

31. Apenas terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. Así pudieron luego proclamar el mensaje de Dios con plena libertad.

Leer capítulo completo Hechos 4