Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 26:23-32 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

23. a saber, que el Mesías tenía que padecer, pero que sería el primero en resucitar de la muerte para anunciar la luz tanto al pueblo judío como a las demás naciones.

24. Estaba Pablo ocupado en el desarrollo de su defensa, cuando intervino Festo diciéndole en voz alta:— ¡Pablo, estás loco; el mucho estudio te hace desvariar!

25. — No estoy loco, nobilísimo Festo —respondió Pablo—. Los argumentos que presento son verdaderos y razonables.

26. El rey está versado en estos temas, y a él puedo hablarle con plena confianza. Tengo la convicción de que no desconoce ningún detalle de todas estas cosas, ya que han acontecido a la vista de todos.

27. ¿Acaso, rey Agripa, no crees en lo que dijeron los profetas? Estoy seguro de que sí crees.

28. — ¡Por poco me convences para que me haga cristiano! —contestó Agripa—.

29. — ¡Por poco o por mucho —respondió Pablo—, ruego a Dios que no sólo tú, sino todos los que hoy me escuchan, lleguen a ser lo que yo soy, a excepción de estas cadenas!

30. En este momento se levantó el rey, junto con el gobernador, Berenice y toda la concurrencia.

31. Mientras se retiraban, comentaban entre sí:— Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte o la prisión.

32. Y Agripa dijo a Festo:— Bien podría ser puesto en libertad, de no haber apelado al emperador.

Leer capítulo completo Hechos 26