Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:12-18 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

12. Había allí un hombre llamado Ananías, fiel cumplidor de la ley y muy estimado por todos los residentes judíos.

13. Este vino a mi encuentro y, poniéndose a mi lado, me dijo: “Hermano Saúl, recobra la vista”. Al instante recobré la vista y pude verlo.

14. Ananías, por su parte, añadió: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para manifestarte su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su propia voz.

15. Porque debes ser su testigo ante todos de cuanto has oído y presenciado.

16. No pierdas tiempo ahora; anda, bautízate y libérate de tus pecados invocando el nombre del Señor”.

17. A mi regreso a Jerusalén, un día en que estaba orando en el Templo tuve un éxtasis.

18. Vi al Señor, que me decía: “Date prisa. Sal en seguida de Jerusalén, pues no van a aceptar tu testimonio sobre mí”.

Leer capítulo completo Hechos 22