Antiguo Testamento

Nuevo Testamento

Hechos 22:11-27 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

11. Como el fulgor de aquella luz me había dejado ciego, mis acompañantes me condujeron de la mano hasta Damasco.

12. Había allí un hombre llamado Ananías, fiel cumplidor de la ley y muy estimado por todos los residentes judíos.

13. Este vino a mi encuentro y, poniéndose a mi lado, me dijo: “Hermano Saúl, recobra la vista”. Al instante recobré la vista y pude verlo.

14. Ananías, por su parte, añadió: “El Dios de nuestros antepasados te ha escogido para manifestarte su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su propia voz.

15. Porque debes ser su testigo ante todos de cuanto has oído y presenciado.

16. No pierdas tiempo ahora; anda, bautízate y libérate de tus pecados invocando el nombre del Señor”.

17. A mi regreso a Jerusalén, un día en que estaba orando en el Templo tuve un éxtasis.

18. Vi al Señor, que me decía: “Date prisa. Sal en seguida de Jerusalén, pues no van a aceptar tu testimonio sobre mí”.

19. “Señor —respondí—, ellos saben que yo soy el que iba por las sinagogas para encarcelar y torturar a tus creyentes.

20. Incluso cuando mataron a Esteban, tu testigo, allí estaba yo presente aprobando el proceder y cuidando la ropa de quienes lo mataban”.

21. Pero el Señor me contestó: “Ponte en camino, pues voy a enviarte a las más remotas naciones”.

22. Hasta aquí todos habían escuchado con atención; pero en ese momento comenzaron a gritar:— ¡Fuera con él! ¡No merece vivir!

23. Como no dejaban de vociferar, de agitar sus mantos y de arrojar polvo al aire,

24. el comandante mandó que metieran a Pablo en la fortaleza y lo azotasen, a ver si confesaba y de esa forma era posible averiguar la razón del griterío contra él.

25. Pero cuando lo estaban amarrando con las correas, Pablo dijo al oficial allí presente:— ¿Tienen ustedes derecho a azotar a un ciudadano romano sin juzgarlo previamente?

26. Al oír esto, el oficial fue a informar al comandante:— Cuidado con lo que vas a hacer; ese hombre es ciudadano romano.

27. El comandante llegó junto a Pablo y le preguntó:— Dime, ¿eres tú ciudadano romano?— Sí —contestó Pablo—.

Leer capítulo completo Hechos 22