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Hechos 21:28-39 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

28. mientras gritaban:— ¡Israelitas, ayúdennos! ¡Este es el individuo que va por todas partes difamando nuestra nación, nuestra ley y este sagrado recinto! Por si fuera poco, ha introducido extranjeros en el Templo, profanando así este santo lugar.

29. Es que habían visto antes a Pablo andar por la ciudad en compañía de Trófimo, de Éfeso, y suponían que también lo había llevado al Templo.

30. La ciudad entera se alborotó; y la gente acudió en masa. Agarraron a Pablo, lo sacaron fuera del Templo y cerraron sus puertas inmediatamente.

31. Estaban dispuestos a matarlo, cuando llegó al comandante de la guarnición la noticia de que toda Jerusalén estaba alborotada.

32. Al momento movilizó un grupo de soldados y oficiales y corrió a cargar contra los agitadores. A la vista del comandante y sus soldados, la gente dejó de golpear a Pablo.

33. Se adelantó luego el comandante, arrestó a Pablo y dio orden de atarlo con dos cadenas. Preguntó después quién era y qué había hecho.

34. Pero entre aquella masa, unos gritaban una cosa, y otros, otra. Así que, al no poder el comandante conseguir algún dato cierto en medio de aquel tumulto, ordenó conducir a Pablo a la fortaleza.

35. Cuando llegaron a la escalinata, la multitud estaba tan enardecida, que los soldados tuvieron que llevar en volandas a Pablo;

36. detrás, el pueblo en masa vociferaba sin cesar:— ¡Mátalo!

37. Estaban ya a punto de introducirlo en el interior de la fortaleza, cuando Pablo dijo al comandante:— ¿Puedo hablar un momento contigo?— ¿Sabes hablar griego? —le dijo extrañado el comandante—.

38. Entonces, ¿no eres tú el egipcio que hace unos días provocó una revuelta y se fue al desierto con cuatro mil guerrilleros?

39. — Yo soy judío —respondió Pablo—, natural de Tarso de Cilicia, una ciudad importante. Te ruego que me permitas hablar al pueblo.

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