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Hechos 20:23-32 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

23. Eso sí, el Espíritu Santo me asegura que no hay ciudad en la que no me esperen prisiones y sufrimientos.

24. Por lo que a mi vida respecta, en nada la aprecio. Sólo aspiro a terminar mi carrera y a culminar la tarea que me encomendó Jesús, el Señor: proclamar la buena noticia de que Dios nos ha dispensado su favor.

25. Ahora sé que ninguno de ustedes, entre quienes pasé anunciando el reino de Dios, volverá a verme más.

26. Por eso, quiero hoy declarar ante ustedes que tengo la conciencia limpia en relación con lo que les pueda suceder a ustedes.

27. Nada he callado de cuanto debía anunciarles sobre el plan de Dios.

28. Cuiden de ustedes mismos y de todo el rebaño sobre el que les ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes*. Pastoreen la Iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.

29. Sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos feroces que no tendrán compasión del rebaño.

30. De entre sus propias filas surgirán individuos que propagarán falsas doctrinas y arrastrarán a los discípulos tras de sí.

31. Estén vigilantes, por tanto, y recuerden que durante tres años no cesé de aconsejar día y noche, incluso con lágrimas, a cada uno de ustedes.

32. Ahora los encomiendo a Dios y a su mensaje de amor; un mensaje que tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en la fe y alcancen la herencia prometida.

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