31. Y ya tiene fijado el día en que ha de juzgar con toda justicia al mundo; a tal fin ha designado a un hombre, a quien ha dado su aprobación delante de todos al resucitarlo triunfante de la muerte.
32. Cuando oyeron hablar de resurrección de muertos, unos lo tomaron a burla. Y otros dijeron:— ¡Ya nos hablarás de ese tema en otra ocasión!
33. Así que Pablo abandonó la reunión.
34. Sin embargo, hubo quienes se unieron a él y abrazaron la fe; entre ellos, Dionisio, que era miembro del Areópago; una mujer llamada Dámaris y algunos otros.