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Hechos 16:26-30 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

26. Repentinamente, un violento temblor de tierra sacudió los cimientos de la prisión. Se abrieron de golpe todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos los presos.

27. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la prisión abiertas de par en par, desenvainó su espada con intención de suicidarse, pues daba por sentado que los presos se habían fugado.

28. Pablo, entonces, le dijo a voz en grito:— ¡No te hagas ningún daño, que estamos todos aquí!

29. El carcelero pidió una luz, corrió hacia el interior y, temblando de miedo, se echó a los pies de Pablo y Silas.

30. Los llevó luego al exterior y les preguntó:— Señores, ¿qué debo hacer para salvarme?

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