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Gálatas 4:3-19 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

3. Lo mismo sucede con nosotros: durante nuestra minoría de edad nos han esclavizado las realidades mundanas.

4. Pero, al llegar el momento cumbre de la historia*, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley,

5. para liberarnos del yugo de la ley y alcanzarnos la condición de hijos adoptivos de Dios.

6. Y prueba de que ustedes son hijos es que Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a sus corazones; y el Espíritu clama: “¡Abba!”, es decir, “¡Padre!”.

7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo. Y como hijo que eres, Dios te ha declarado también heredero.

8. En otro tiempo no conocían a Dios y estaban al servicio de falsos dioses.

9. Pero ahora que ya conocen a Dios o, mejor dicho, ahora que Dios los conoce, ¿cómo es que vuelven a dejarse esclavizar por esas realidades mundanas que no tienen fuerza ni valor?

10. Todavía celebran como fiestas religiosas ciertos días, meses, estaciones y años.

11. Mucho me temo que mis sudores entre ustedes hayan sido baldíos.

12. Por favor, hermanos, compórtense como yo, pues también yo me he adaptado a ustedes. Ninguna ofensa sufrí de ustedes entonces.

13. Ya saben que fue una enfermedad la que me dio la oportunidad de anunciarles por vez primera el mensaje evangélico.

14. Y, aunque mi estado físico debió de ser una dura prueba para ustedes, no me despreciaron ni sintieron asco de mí. Al contrario, me acogieron como a un mensajero de Dios, como si fuera el mismo Cristo Jesús.

15. ¿Qué ha sido de aquel entusiasmo? Porque estoy seguro de que ustedes hasta los ojos se habrían arrancado, a ser posible, para dármelos a mí.

16. ¿He pasado entonces a ser enemigo por haberles dicho la verdad?

17. Esa gente muestra mucho interés por ustedes, pero no es un interés de buena ley. Lo que buscan es aislarlos de mí para que no tengan más remedio que seguirlos.

18. Deberían ustedes interesarse por hacer el bien en todo momento y no sólo cuando yo me encuentro entre ustedes.

19. Hijos míos, estoy sufriendo, como si de nuevo los estuviera dando a luz, hasta que Cristo tome forma definitiva en ustedes.

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