6. Esto es lo que enciende la ira de Dios sobre quienes se niegan a obedecerlo;
7. es también lo que en otro tiempo constituyó la norma de conducta y de vida de ustedes mismos.
8. Ahora, en cambio, es preciso que renuncien a todo eso: a la ira, al rencor, a la malquerencia, la calumnia y la grosería.
9. No anden engañándose unos a otros. Despójense de la vieja y pecadora condición humana
10. y conviértanse en nuevas criaturas que van renovándose sin cesar a imagen de su Creador, en busca de un conocimiento cada vez más profundo.
11. Ya no hay fronteras de raza, religión, cultura o condición social, sino que Cristo es todo en todos.
12. Son elegidos de Dios; él los ha consagrado y les ha otorgado su amor. Sean, pues, profundamente compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos.