9. El mismo y único Espíritu que otorga a uno el don de la fe, concede a otro el poder de curar enfermedades,
10. o el de hacer milagros, o el de comunicar mensajes de parte de Dios*, o el de distinguir entre espíritus falsos y el Espíritu verdadero, o el de hablar en un lenguaje misterioso, o el de interpretar ese lenguaje.
11. Todo lo realiza el mismo y único Espíritu, repartiendo a cada uno sus dones como él quiere.
12. Sabido es que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, y que los diversos miembros, por muchos que sean, constituyen un solo cuerpo. Lo mismo sucede con Cristo.