15. Después añadió:— Te pagaré un dracma cada día como salario, y además te daré cuanto necesites, lo mismo que a mi hijo.
16. Ve con él, y todavía añadiré algo más a tu salario.
17. Respondió el ángel:— Yo iré con él. Pero no tengas miedo, pues lo mismo que ahora nos ponemos en marcha sanos y salvos, así volveremos a ti, porque el camino es seguro.Tobit le dijo:— ¡Bendito seas, hermano!Luego llamó a Tobías y le dijo:— Hijo mío, haz tus preparativos para el viaje y vete con tu hermano. Dios, que está en el cielo, los proteja y los traiga de nuevo a mi lado sanos y salvos. Que su ángel los acompañe y cuide de ustedes.Tobías, después de besar a su padre y a su madre, emprendió la marcha, mientras Tobit le deseaba un buen viaje.
18. La madre se echó entonces a llorar y preguntó a Tobit:— ¿Por qué has hecho que se vaya mi hijo? ¿Acaso no es él nuestro apoyo y el que está siempre junto a nosotros?
19. ¿Para qué queremos más dinero si perdemos a nuestro hijo?
20. ¡Con lo que nos ha dado el Señor, nos basta para vivir!
21. Tobit le dijo:— ¡No hables así! Nuestro hijo, que se ha ido sano y salvo, también volverá a nosotros de la misma manera. Con tus propios ojos lo verás regresar lleno de salud.
22. No te preocupes, querida, ni te atormentes, porque un ángel bueno lo acompañará: todo le irá bien en su viaje y volverá sano y salvo.
23. Ella entonces dejó de llorar.