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Tobías 4:1-14 La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional (BHTI)

1. Aquel día se acordó Tobit del dinero que había dejado en depósito a Gabael, en Ragués de Media

2. y pensó: “Puesto que yo he pedido la muerte, haría bien en llamar a mi hijo Tobías para, antes de morir, hablarle de ese dinero”.

3. Llamó, pues, a su hijo Tobías, y cuando llegó le dijo:— Entiérrame dignamente cuando yo muera. Honra a tu madre y nunca la abandones a lo largo de su vida, sino pórtate con ella lo mejor posible y no le causes tristeza alguna.

4. Recuerda, hijo mío, los graves peligros a los que se expuso mientras te llevaba en su seno; luego, cuando muera, entiérrala junto a mí en la misma sepultura.

5. Hijo mío, recuerda también todos los días al Señor nuestro Dios, y no te entregues al pecado y a transgredir sus mandamientos. Compórtate con rectitud a lo largo de toda tu vida y no sigas las sendas de la maldad.

6. Porque si tu conducta es conforme a la verdad, tendrás éxito en todo lo que emprendas,

7. como sucede a cuantos actúan con honradez.Da limosna de lo que posees, y no te niegues a ayudar al pobre. Así, Dios tampoco se negará a ayudarte a ti.

8. Da limosna de acuerdo con tus posibilidades económicas. Aunque no poseas muchos bienes, no temas dar limosna de lo poco que tengas,

9. pues de esa forma acumularás un buen tesoro para el día en que padezcas necesidad.

10. Porque la limosna libra de la muerte e impide que se caiga en las tinieblas:

11. dar limosna es una valiosa ofrenda delante de Dios para todos los que la practican.

12. Hijo mío, no te dejes enredar en relaciones pecaminosas; antes bien escoge a una mujer de nuestro propio linaje*. No tomes por esposa a ninguna extranjera o a ninguna que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque nosotros descendemos de los profetas. Recuerda, hijo mío, que Noé, Abrahán, Isaac y Jacob, nuestros antepasados, se casaron con mujeres escogidas de entre sus parientes, y fueron bendecidos en sus hijos. Sus descendientes heredarán la tierra.

13. Por tanto, hijo mío, ama a tus hermanos de raza y no te ensoberbezcas ante los hijos y las hijas de tu pueblo, ni los desprecies negándote a tomar mujer de entre ellas. La soberbia es causa de ruina e inquietud, así como la ociosidad trae consigo pobreza y mucha miseria. ¡La ociosidad es madre de la penuria!

14. No retengas hasta otro día el salario del obrero que trabaje para ti, sino págaselo en seguida. Y si sirves a Dios, él te lo pagará. Hijo mío, presta atención a todo lo que hagas, y manifiesta buena educación en tu conducta.

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